Cocodrilos

Los cocodrilos.

Los cocodrilos y sus parientes son reptiles de cuatro patas, muy similares a los lagartos. Se distinguen por su usual gran tamaño. En la espalda, desde el cuello hasta la cola, tienen hileras de placas óseas, que pueden dar la impresión de espinas o dientes. Quizás los conocemos mejor por su ferocidad, y en los casos de las especies mayores, por ser peligrosos al máximo. Pero, ¿qué más conoces sobre estos increíbles animales? A continuación te enseñare algunas cosas sobre ellos.

La mandibula de los cocodrilos.

 La fuerza de una mordida de un cocodrilo es de más de 5.000 libras por pulgada cuadrada. Sin embargo los cocodrilos no pueden abrir su hocico si a éste se le mantiene sujetado, incluso con una cinta adhesiva.
  Cada mandíbula de cocodrilo contiene 24 dientes afilados, con los cuales pueden desgarrar y triturar, pero no masticar.
  Los cocodrilos reemplazan sus dientes 2 ó 3 veces al año, es por esa razón que estos animales pueden llegar a tener hasta 3.000 dientes a lo largo de su vida.

Los ojos de los cocodrilos.

 Los ojos de los cocodrilos reflejan la luz, lo que los hace parecer de color rojo, haciendo la visión nocturna posible.
 Debido a que los ojos de los cocodrilos necesitan estar siempre húmedos, el cocodrilo llora fuera del agua, en otras palabras sus glándulas segregan lágrimas para humedecer el ojo.

 El sexo del cocodrilo.

El sexo de un cocodrilo es determinado en base a la temperatura del huevo. En este sentido, los machos se producen a una temperatura de 31,6 °C, mientras que las hembras nacen con una temperatura mayor o menor a la de los machos.


La piel del cocodrilo.

 Sólo la piel del vientre de un cocodrilo es suave mientras la parte superior del cuerpo es extremadamente dura. De hecho, la espalda de un cocodrilo puede rechazar flechas, lanzas e incluso balas.
 La piel de la espalda de un cocodrilo es lo suficientemente fuerte como para rechazar balas.

 



 

 

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